Imposible escribir sobre lo que está pasando en Sol estos días sin haber estado allí. Pero si puedo escribir del silencio informativo que percibo, la sensación oscena de manipulación a la que estamos siendo sometidos y, por supuesto y sobre todo,  la ilusión que se respira en esos mensajes cortos que como lluvia fina nos van mojando sin darnos cuenta.

Noto como esos 140 caracteres se convierten en una conversación con Sandra, la mujer de mi vida, y reflexionamos sobre lo que está pasando y la necesidad mutua de querer estar allí juntos.

Noto que esta mañana mientras hablaba con Laura de Adelita se le ilumaba la cara cuando comentaba lo que estaba sucediendo a unos metros de su local.

No tengo ni la más remota idea de lo que hay detrás de esta Puerta del Sol pero creo que tenemos la obligación de abrirla.Nos vemos en el camino.

Mis respetos a todos los que durante estos días han salido a la calle para devolvernosla.