o algo así.
Con todo esto que está pasando en nuestra clase política, no nos engañemos son de nuestra sangre, venía yo pensando hipótesis varias:
Por un lado nos encontramos con el mundo de las empresas donde su poder trasciende el de muchos Estados y el de aquellos que no trascienden, tienen un amplio poder de seducción. En este entorno se mueve el concepto de empresa ciudadana, es decir: Las empresas deberían tender a aportar valor a la sociedad en la que trabajan en términos de responsabilidad ciudadana. Bueno, vale.
Por otro lado nos encontramos con los ciudadanos, que podríamos intentar ser más responsables y éticos en nuestras costumbres y formas de relacionarnos. Suena bien.
Y digo yo, si las empresas asumieran ese rol de empresas ciudadanas y los ciudadanos fueramos más responsables, para que necesitaríamos los Estados y por tanto los políticos. Pero como parece que este modelo no es viable, les incorporamos como mediadores. ¿resultado?
Según escribo pienso que puede sonar a ultraliberalismo, nada más lejos de mi intención Dios me libre, más bien pienso en la ultrapracticidad. Lo que pasa que nos hace falta mucha autoresponsabilidad para ello, y como no queremos pasar por ahí necesitamos contratar a los políticos para hacerles responsables a ellos de nuestra falta de…, pues eso, responsabilidad.
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