Esta mañana leía en el País, edición papel, que Doney Ramírez, el obrero que ha vivido en lo alto de una grúa durante 281 días, había decidido bajar la pasada noche sin lograr que la empresa Ploder pagara la deuda con la empresa en la que él trabajaba, Jigar.
Entre medias un poco del caso Gurtel, burbuja inmobiliaria, insolvencia de la administración, suspensión de pagos, impotencia, rabia, lucha y decepción.
Del artículo, en la edición online no lo menciona, Doney dice: «es frustrante,¿sabe?. Haber sacrificado tantas cosas y que no haya valido para nada».
Efectivamente, la deuda sigue sin ser pagada y quién sabe, quizás Jigar esté herida de muerte, pero Doney, gracias por tomar partido, por luchar por lo que creías que era justo y aguantar.
Puede que no haya valido la pena, pero lo que hiciste tiene muchas valor. Lo que pasa que hoy el valor va en una única dirección.
Gracias por tu generososidad, Doney.