Del Estado de bienestar a la Sociedad del bienestar

Atrás queda el mes de mayo con sus días y sus noches. En su estela ayer vivimos el grueso de los cambios de gobierno a nivel local y hoy vivimos el levantamiento de las acampadas ciudadanas.

Todos estos hechos han sucedido coincidiendo con nuestro Diálogos en La Granja donde en esta ocasión hablamos del Sistema de pensiones y la posible revisión del modelo del Estado de bienestar.

De todo lo vivido, oído y sentido en estas semanas me reafirmo en dos ideas:

1.- Es imposible que dos de los colectivos más importantes en nuestra sociedad, políticos y grandes empresas, tengan tan mala reputación:

No sirve de nada buscar justificaciones, no las hay. Es momento de analizar, trabajar con humildad y sin rencor para construir una sociedad donde cabemos todos y todos somos necesarios.

2.- La ciudadanía quiere y debe recuperar su espacio:

Como consecuencia del primer punto y contextualizado en la crisis que estamos viviendo, sobre todo por la gestión e injusticia que hay detrás de ella. Los ciudadanos están empezando a desperezarse y, curiosamente, buscar espacios donde se sientan representados.

Todo esto me lleva a pensar que estamos pasando de un modelo denominado “Estado de Bienestar” a otro que denomino “Sociedad del Bienestar”.

No es mi intención jugar al adivina los 7 errores con estos términos tan parecidos,ysi reflexionar y poner en valor los sentimientos de responsabilidad individual y civil.

Nuestro modelo de Estado de Bienestar está muy apalancado en la figura del Estado, perdido en un ejercicio ideológico y partidista. Yen ese contexto las grandes corporaciones trasnacionales negocian y adaptan su responsabilidad de acuerdo a sus intereses globales y no de Estado. ¿En que lugar queda el Estado que nos guarda y marca nuestros destinos?

Esta realidad simplemente se demuestra insostenible, es lo que es, y entramos en la eterna lucha entre el liberalismo y el intervencionismo o peor aún en modelos híbridos como el caso de China.

En todo este lío me gusta pensar e imaginar la “Sociedad del Bienestar”. Un modelo de construcción social donde:

1.- Los ciudadanos tenemos la voluntad de asumir nuestras propias responsabilidades y creernos dueños de nuestro destino:

Bajo este enfoque los ciudadanos reclamamos y estamos dispuestos a asumir una mayor participación en la vida pública de nuestros barrios, ciudades y países incorporando fórmulas asamblearias, referéndums,….a la vez que nos hacemos responsables de nuestros propios actos y realidades. Por ejemplo: reciclar, pagar nuestros impuestos, no hacer gasto innecesario de la sanidad pública o dejar colarnos en el metro. Sí, ser capaces de ser dueños de nuestro destino pasa por no colarnos en el metro.

2.- Las empresas tienen el interés por revisar su modelo productivo en beneficio de un modelo constructivo:

Ha llegado el momento de decir no a la búsqueda extenuante y caníbal de la rentabilidad del capital. Es tiempo de llevar a la práctica modelos de valor compartido como promulgan Porter y Kramer, construir ventajas contributivas como nosotros mismos decimos, creernos de una vez por todas que la ética empresarial no se cuestiona y la sostenibilidad es la materia prima sobre la que trabajar.

Esto implica que los consumidores debemos premiar dichas prácticas y los CEO´sdignificar sus cargos.

3.- El Estado se hace responsable de crear los espacios y mecanismo de justicia y diálogo social

En algún punto hemos destrozado la noble profesión de servir “al pueblo” por el de servirse de él.

Separación de los poderes legislativo, judicial y ejecutivo desde un ejercicio absoluto de transparencia debe ser innegociable en cualquier debate político o partidista.

Tengo la sensación que la palabra utopía cada vez la utilizamos con mayor facilidad en un ejercicio de brazos caídos y decepción permanente. Pensar que construir una sociedad del bienestar es una utopía es pensar que nosotros mismos somos una utopía. Somos de carne y hueso y tenemos capacidad de reflexión y acción.

Hoy domingo se están levantado los campamentos de Sol y Plaza de Cataluña con el más absoluto respeto y colaboración entre los servicios de limpieza de los ayuntamientos y los propios «acampados».

Mañana podemos pensar que aquí no ha pasado nada o, por el contrario, pensar que las plazas son un espacio de todos y todos tenemos la obligación y el derecho de disfrutarlas y cuidarlas.

Hace un par de años por azares del mal leer di con la frase “May will never be out of spring”.

Pues eso, que la primavera es cosa de todos.

Contacto: Puedes escribirnos a hola@somosquiero.com y compartir en tu redes:

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