La certificación B Corp no es un destino. Es el inicio de un viaje infinito que empieza con el deseo de ser y hacer las cosas mejor desde la sostenibilidad. Así al menos, con ese espíritu, lo entendemos desde Quiero y desde las compañías y marcas que formamos parte de un movimiento B-Corp que sigue creciendo cada día dentro y fuera de nuestro país. Un espacio de mejora continua en el que caben desde marcas y empresas familiares y pequeñas, algunas (muchas), nacidas ya desde la “sostenibilidad”; hasta grandes corporaciones que están haciendo su propio camino y que son como faros que abren e iluminan la ruta para que otros puedan ir detrás. La cuestión es, si una gran compañía es capaz de hacerlo, de certificarse, con todo lo que supone movilizar voluntades e inversiones dentro y fuera de la empresa, ¿cómo no van a poder hacerlo otras, más pequeñas tal vez, que suelen ir más ligeras de equipaje?
Uno de esos grandes faros – o buques insignia – que muchos hemos visto moverse con firmeza desde un propósito muy claro y definido es Danone. La compañía acaba de certificar (re-certificar), por tercera vez este año como empresa B-Corp, después de ser la primera en el sector de gran consumo en superar el estándar en 2016.
La apuesta por hacer de manera sostenible empezó, sin embargo, mucho antes. Tiene su origen en ese famoso propósito del que hablaba anteriormente y que en muchas ocasiones surge de la mano de líderes transformadores que ven y se atreven a ir un paso más allá. En la década de los 70, Antoine Riboud, presidente del Grupo en su momento, hizo un discurso ante la patronal francesa que marcó el nacimiento del compromiso social y ambiental de una Compañía, cuyo sueño compartido es aportar salud a través de una alimentación saludable a miles y millones de personas alrededor del mundo.
Muchos años más tarde, otro líder transformador, Enmanuel Faber, CEO de Danone en 2017, anunció el compromiso de la compañía en obtener la certificación B Corp como entidad global. En el camino, los grandes logros: medición y seguimiento de indicadores de objetivos medioambientales y sociales para monitorizar la huella de CO2 en toda la cadena de valor; apoyo a los ganaderos, mejoras nutricionales en su portafolio, revalorización de residuos en fábrica, comunicación financiera a los trabajadores, y tantas otras cosas más…
¿Por qué una empresa como Danone, con un amplio portafolio de marcas bajo su paraguas corporativo se suma a este movimiento?
Laia Mas, Directora de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en Danone Iberia, lo expresa perfectamente:
“Ser B-Corp significa ser capaces de ir más allá y saber calibrar entre propósito y resultados a corto plazo, implica adoptar decisiones valientes para garantizar un impacto positivo en la sociedad y el planeta”. Y si de ser valientes hablamos, ser B Corp es también “humildad” y capacidad de escucha. Significa, de nuevo en palabras de Laia, “escuchar, aprender y gestionar las tensiones internas y externas, pero con la plena convicción de que es la única forma de que el negocio sea sostenible, a todos los niveles, a largo plazo”.
Laia Mas
No cabe duda de que ser B Corp supone, en primer lugar, un gran trabajo interno: pulsar dónde está una compañía, dónde puede mejorar. Mirar hacia delante y superar el cortoplacismo que nos suelen avasallar.
Y también ofrecer una carta de presentación a un consumidor/ciudadano que está cansado de que las marcas hablen y no hagan. Se trata de un compromiso público, sin maquillaje: estoy aquí, tengo mucho por hacer, pero quiero ir hacia allí. El gran reto será seguir llegando con hechos a un ciudadano cada vez más descreído. Y ayudarle a poder separar la paja del trigo.
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