Una de las cosas buenas que tienes los sábados es que cuando te lees la prensa puedes ir un poquito más despacio y disfrutar del paisaje. Esta mañana leía en el diario Expansión el titular: » La SEC demanda a Golman Sachs y pone a la banca bajo investigación». Sinceramente de partida no he hecho mucho caso, me parecía más de lo mismo y me recordó las fantásticas conclusiones de Diálogos en La Granja que organizamos con el IESE.

Pero en esa segunda vuelta de reconocimiento, la que coincide con segundo cafelito y tienes la sensación de que el sábado ha venido para quedarse, en esa vuelta he profundizado un poco más.

«El organismo (la SEC de EEUU, que es como la CNMV en España) acusa al banco de ocultar a los inversores información relevante al comercializar los productos, principalmente el hecho de que habían sido diseñados por un gestor de hedge funds, John Paulson, conocido por pronosticar el desplome de las subprime. Sólo en 2007 ganó 15.000 millones de dólares (11.082 millones de euros) apostando contra estos títulos».

Si yo no lo he entendido mal, aquí nos están diciendo que un banco A contrata a un pájaro B para que diseñe un producto C que sabe que es caca. Y por otros lado el pájaro B se hace rico diciendo que efectivamente eso es caca. Curiosamente el banco A también sabe que es caca pero le da igual y se lo coloca a… pogamos Z (por eso de que somos los últimos).

A todas esta letras debemos añadir el nombre de Fabrice Tourre, ex vicepresidente de Goldman Sachs, también demandado por este dislate. El artículo dice que enviaba mails a sus amigos hablando de lo «surreal» que era todo esto y como se estaba forrando.

Sigue siendo sábado, ha dejado de llover y me voy a dar un paseo con mis perros. No cambio mi vida real por nada.