Hablar de la decisión de Yvon Chouinard sobre la donación de su compañía, Patagonia, a un fideicomiso y a una organización sin ánimo de lucro ya forma parte de la historia. Se ha dicho todo y se han hecho eco todos.
Cuando me enteré de la noticia se me vinieron a la cabeza las personas que conozco en la compañía, y la noticia, siendo maravillosa, se convierte en natural viniendo de donde viene. Sin acritud, sin dogma, sin fastos. Un simple hecho que se siente necesario. Ya está.
Estas semanas, pensando en esto, se me representaba el capitalismo como el más poderoso, inteligente y enrevesado de los virus. Cualquier cosa que lances contra él, lo asimilará, lo hará suyo, lo venderá y… lo comprarás: La salida a bolsa de Doctor Martens, icono de la cultura punk, el famoso libro NoLogo de la activista Naomi Klein, todo un logo superventas. Incluso sus majestades satánicas Los Rolling Stones, presentados por el expresidente Bill Clinton en el Beacon Theater de Nueva York rodeados de la flor y nata de la ciudad. Eso sí, un festival benéfico sobre el cambio climático. Disfrútalo con tus propios ojos en “Shine a Light”, el documental realizado Martin Scorsese. Y muchos más que ni me acuerdo, ni conozco.
Y me dio por pensar en este bicho: qué podía debilitarle, joderle. ¿El comunismo? También se lo comió. Hoy China representa una grotesca y virulenta mutación de este virus.
Y volví a Yvon. Y pensé en la generosidad. Y me gustó.
Y me dio por buscar la diferencia entre Generosidad y Filantropía: la filantropía es la ayuda desinteresada a nuestro prójimo, mientras la generosidad es el compartir sin esperar nada a cambio.
Claramente Yvon no ha realizado un acto filantrópico. Su decisión, para los activistas, es la obra cumbre del activismo corporativo, puede ser. Y puede ser, también, que el virus ya esté envolviendo esta decisión en forma de case history del capitalismo consciente, de la filosofía Bcorp, de la que, por cierto, Quiero forma parte.…
Y me dio por buscar la diferencia entre capitalismo y economía de mercado:
Economía de mercado es un orden económico en lo cual todos los procesos económicos, es decir producción, precios y condiciones de trueque, se determinan exclusivamente a través de oferta y demanda. Una verdadera economía de mercado es, por lo tanto, el sistema más eficiente y justo de suministro y distribución de bienes. Se basa en mutualidad e igualdad.
El capitalismo, por otra parte, es un sistema de dominación monetaria. En ello, el capital es – en el sentido estrecho de la palabra – cualquier valor que transfiera al poseedor unos ingresos sin prestación propia. Eso es evidente en el capital monetario, es decir en ahorros que dan interés. Ya que todas las inversiones sólo pueden tomar lugar a través de financiación con dinero, el «rendimiento» de dinero se transfiere a todos los medios de producción. Una máquina que no puede rendir la tasa de interés, no se construye. No importa si la máquina es propiedad privada, pública o comunitaria: ha de ser asegurado el interés del dinero invertido, antes de que haya inversión y trabajo.
En consecuencia: mientras que nuestra economía esté vinculada al capitalismo, no habrá un mercado libre, ni social. Sería oportuno para los críticos de la globalización destacar la diferencia y librarse de la mentira capitalista más grande.
(Palabra de Jonas von Poser en www.dineroneutral.com)
Y volví Yvon, y pensé en la generosidad. Y me gustó.
Soy empresario, y donar tu empresa trasciende lo económico. Donas tus sueños, tus recuerdos, tus sufrimientos, tus retos, tus logros… Que sí, que el propósito… de verdad, me lo se. Pero te quedas con el eco.
Y pensando en la generosidad se me vino a la cabeza Las uvas de la ira, la gran novela de John Steinbeck. Ese momento en que una mujer con un bebe recién nacido decide amamantar a un hombre al borde de la muerte por hambre.
Gracias Yvon.
Jose Illana.
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