Venía hoy un artículo muy interesante en la Vanguardia. Un paseo de Plàcid García-Planas por Eurosatory, la feria de armamento terrestre más grande del mundo.
El paseo empieza por Nammo, una fábrica noruega especializada en pequeños proyectiles, por lo visto hacen balas ecofriendly (Non Toxis Ammunition). El paseo acaba presenciando un brindis con foto incluida delante de un misil DT55:
«Y en ese preciso instante, cuando el israeli y la brasileña entrelazan sus compas-¡cling!- con un loira Marigny- Neufblanco sobre el negrísimo simulador de misil, me doy cuenta de que la vida es como la muerte: algo que no tiene solución.»
Efectivamente la vida y la muerte no tienen solución, por eso el reto está en cómo vivimos y cómo morimos.
Se me hace muy lejana la guerra, cualquier guerra, estoy seguro que es algo que si no has vivido en primera persona es muy difícil hablar y opinar sobre ello.
Hace muchos años conocí en Inglaterra a unos chavales de Yugoslavia. Dos años después de compartir trabajo con ellos en Inglaterra estalló la guerra civil en su país. Ellos ya habían vuelto a su tierra por lo que simplemente entiendo vivieron y formaron parte de la guerra. Siempre me he preguntado como reaccionaría yo en conflicto bélico. Ellos simplemente eran como yo y seguramente como tu.
Quizás algún día el mundo se divida entre los que han vivido una guerra y los que no. ¿quién brindaría delante de un misil?
Contacto: Puedes escribirnos a hola@somosquiero.com y compartir en tu redes:
[…] This post was mentioned on Twitter by Pedro Bravo, ¿Y por qué no…?. ¿Y por qué no…? said: Lo último en estupidez: balas ecofriendly http://ow.ly/212b5 […]
Efectivamente, la guerra, como la maternidad, la inmigración o la muerte de un ser querido es de esas cosas que si no las vives no la entiendes. Hace poco leí acerca de Peacemaker un video juego, diseñado por un chaval israelí que hizo un Master sobre creación de entretenimiento tecnológico y como proyecto final diseñó un videojuego sobre el conflicto palestino-israelí, según entendí su intención era honesta y buena, y yo estaba encantada leyendolo hasta que salía algo como «No todo es buscar el diálogo ni ceder: las opciones van desde activar el desalojo de un asentamiento hasta ordenar el asesinato selectivo de militares o de los líderes rivales» y hasta allí fue mi fascinamiento. Es a través de la educación y el diálogo, no hay otra vía creo.