El país con mayores retos de America es devastado por un terremoto. El dolor de una nación y una población en estas circunstancias es indescriptible. Sin ser un analista político ni social, puedo decir que con esta tragedia, la viabilidad de Haiti como estado y nación es muy baja. Sólo puedo esperar que la comunidad internacional y las organizaciones de beneficencia se muestren rápidas y efectivas en ayudar urgentemente a la población.
Para aquellos que quieran ayudar he recopilado una lista de organizaciones de beneficencia que tienen presencia en Haiti:
Estos días muchas de las conversaciones que he cruzado sobre el drama de Haiti giraba en por qué estas cosas siempre le pasan a los mismos. Ni siquiera buscábamos la respuesta, casi era una coletilla a un estado de incomprensión y sin sentido.
También estos días se ha utilizado esta desgracia para, no se si poner en valor, justificar o criticar, cualquier cosa. Hoy mismo leyendo el periódico Expansión leía el artículo «Cómo ayudar a los haitianos» escrito por Gabriel Calzada, Presidente Del Instituto Juan de Mariana, donde dice: «la riqueza económica es la mayor barrera defensiva frente a las catástofres naturales». También dice: «Un euro tiene más efecto positivo si llega a través de una aportación a la organización privada que coordina el médico, el bombero o el sacerdote del lugar que si llega a través de un entramado de funcionarios públicos o semipúblicos coordinados desde un despacho en Bruselas o Madrid».
Hoy tambíen viendo las noticias de TVE1, salía Leire Pajín diciendo algo así como que Zapatero había sido el lider político que había puesto en la agenda internacional el problema de Haiti (en el pasado)y uno de los primeros líderes que desde el primer momento ha estado al lado de la tragedia.
Lo dicho, por qué estas cosas pasan siempre a los mismos y siempre nos pasa lo mismo.
Es cierto que este tipo de tragedias fuerza a replantearse esquemas que aceptamos como válidos aunque insuficientes para ayudar a poblaciones con pobreza extrema.
David Brooks del NY Times escribe en una editorial sobre la tragedia subyacente de Haiti, y cómo este hecho es un problema de pobreza y no sólo de desastre natural.
Sus cuatro puntos son:
1. Simplemente, no sabemos como reducir la pobreza.
2. La micro ayuda es vital, pero insuficiente.
3. Es hora de reconocer el efecto de la cultura local como principal variable de la pobreza.
4. Es hora de promover un paternalismo de origen local, versus de origen extranjero.
Gracias, Pablo.
Gracias, Pablo;
Estos días muchas de las conversaciones que he cruzado sobre el drama de Haiti giraba en por qué estas cosas siempre le pasan a los mismos. Ni siquiera buscábamos la respuesta, casi era una coletilla a un estado de incomprensión y sin sentido.
También estos días se ha utilizado esta desgracia para, no se si poner en valor, justificar o criticar, cualquier cosa. Hoy mismo leyendo el periódico Expansión leía el artículo «Cómo ayudar a los haitianos» escrito por Gabriel Calzada, Presidente Del Instituto Juan de Mariana, donde dice: «la riqueza económica es la mayor barrera defensiva frente a las catástofres naturales». También dice: «Un euro tiene más efecto positivo si llega a través de una aportación a la organización privada que coordina el médico, el bombero o el sacerdote del lugar que si llega a través de un entramado de funcionarios públicos o semipúblicos coordinados desde un despacho en Bruselas o Madrid».
Hoy tambíen viendo las noticias de TVE1, salía Leire Pajín diciendo algo así como que Zapatero había sido el lider político que había puesto en la agenda internacional el problema de Haiti (en el pasado)y uno de los primeros líderes que desde el primer momento ha estado al lado de la tragedia.
Lo dicho, por qué estas cosas pasan siempre a los mismos y siempre nos pasa lo mismo.
Jose,
Es cierto que este tipo de tragedias fuerza a replantearse esquemas que aceptamos como válidos aunque insuficientes para ayudar a poblaciones con pobreza extrema.
David Brooks del NY Times escribe en una editorial sobre la tragedia subyacente de Haiti, y cómo este hecho es un problema de pobreza y no sólo de desastre natural.
Sus cuatro puntos son:
1. Simplemente, no sabemos como reducir la pobreza.
2. La micro ayuda es vital, pero insuficiente.
3. Es hora de reconocer el efecto de la cultura local como principal variable de la pobreza.
4. Es hora de promover un paternalismo de origen local, versus de origen extranjero.
El articulo lo puedes leer en:
http://www.nytimes.com/2010/01/15/opinion/15brooks.html