Las paradojas salpimientan la vida. La tienda de las palabras es una tienda virtual de libros que sale de la web para materializarse en lugares imprevistos.

Como por ejemplo, una tienda de muebles y decoración, que ha cambiado los típicos libros de atrezzo que se utilizan para decorar las estanterías en venta por libros de verdad. ¿Se lo pongo para llevar o es para leer aquí?

“La idea surge porque yo siempre soñé tener una librería”, explica Pita Sopena, creadora de La Tienda de las Palabras: “Se me ocurrió que podría tener una librería en internet, pero además, quería acercar los libros a la gente en otros espacios que no fueran una librería, y a los que la gente va por otros intereses”.

Así, Pita plantea la tienda como una librería ambulante que hoy aparece aquí, mañana allá, y quizá otro día en una librería, ayudando a dinamizar ese espacio con “eventos que no tengan que ver con los libros, pero llevando libros sobre la temática del evento”. Por ejemplo: si hacemos un taller de huertos urbanos en una librería, podremos disfrutar de una actividad jardinera y de paso, llevarnos un libro (o varios) sobre la cuestión para seguir profundizando en casa.

La librería virtual cuenta además con eso tan apreciado por los adictos a las librerías que es la recomendación del librero. En este buzón, puedes pedir consejo: “Lo primero es preguntar al lector qué tipo de libro le interesa, qué temas, si prefiere un libro corto o largo, si ha leído ya este o aquél…”

El feedback que está recibiendo es “muy ilusionante”, según esta librera convencida de que “si un libro te gusta, no hay problema para concentrarse largo rato aunque seas víctima de esta sociedad digital que nos tiene atrapados en la inmediatez”. No obstante, entre sus recomendaciones para esta semana, está Diarios de Iñaki Uriarte, escrito a base de pequeñas anotaciones que se leen casi a golpe de guasap, entre correo y correo, entre tuiteo y tuiteo.