
La huelga de taxistas que paralizó ayer el sector en Madrid y Barcelona, así como en otras ciudades del mundo, tenía por objeto protestar contra las aplicaciones que permiten compartir vehículo o ejercer de taxista con el coche particular. Esto, que fue discutido y comentado en los medios de comunicación de todo el país haciendo expresa publicidad de una aplicación concreta, supuso que las descargas de dicha aplicación crecieran un 850% y que todo aquél que no hubiera oído hablar de ella, la conociese.
Ese «tiro en el pie» de un sector maltratado por la crisis (con menos renta disponible, cada vez menos gente coge un taxi), por los precios del carburante (que fluctúan, pero acumulan una subida neta importante desde 2009) y por su propia debilidad como colectivo (en la mayor parte de los casos, un taxi es un modo de autoempleo), nos llevó a preguntarnos si todos los taxistas eran de la misma opinión.

Pudimos comprobar que aquellos taxistas que trabajan utilizando redes sociales para compartir vehículo (@taxioviedo, por ejemplo) lamentaban la visión cortoplacista del colectivo al que pertenecen, y defendían el uso de estas aplicaciones para mejorar la experiencia del usuario y atraer un público de mermadas rentas que ha abandonado el taxi como opción para moverse.
Además, vimos que existen aplicaciones como MyTaxi o Hailo, que ayudan a encontrar el taxi más cercano abaratando así el coste de la carrera, y otras como JoinUpTaxi, que permite compartir taxi a personas que no se conocen pero que van a cubrir un trayecto similar. En suma, todo esto lo que hace es poner la tecnología al servicio de las personas para optimizar sus recursos (dinero, tiempo, carburante).
Quizá la solución sea incorporar la economía colaborativa y los avances tecnológicos a sectores que hasta ahora han visto en estas tendencias más una amenaza que un aliado. En Diálogos en La Granja, una de las conclusiones más claras es que las empresas deben liderar cambios globales incorporando a su core estas corrientes innovadoras, o perderán una oportunidad estratégica. Eso mismo puede aplicarse a los sectores como el taxi, ¿no creéis?
El taxi es uno de los sectores que se está revolucionando más en la actualidad.
¡Gracias por tu comentario! Efectivamente, un sector en constante proceso de innovación.