Noviembre, bienvenido.
Me encanta el cambio de hora en invierno. Me gusta porque cuando me levanto el primer día a las 10h y en realidad son las 9h me da la sensación de haber madrugado sin haber hecho ningún esfuerzo. No sé muy bien quién tuvo esta genial idea de cambiar la hora, pero en todo caso me parece muy amable el gesto de regalarnos una hora en el último fin de semana de octubre. Y me da igual que sea por razones de ahorro de energía o lo que sea, en el fondo, estoy segura de que se trata de generosidad. También supongo que, como a mucha gente no le gusta el mes de noviembre, es una manera de focalizarnos en otra cosa. Al final, es bastante pedagógico y creo que funciona bien. Por lo menos al principio. Sí, porque luego te des cuenta de que la noche empieza a las 18h y te sientes engañado.
Pero relájate, el mes de noviembre no tiene porque ser tan desagradable. Lo puedes convertir en el mes más bonito del año. Prepárate infusiones tradicionales de menta y verbena antes de acostarte, toma una ducha calentita con aceite esenciales naturales por la mañana, escoge libros sobre el tantrismo para leer debajo del edredón, invéntate nuevos platos a base de quínoa, semillas y seitán, imagina tu futura casa con paneles solares, comprale un pijama de algodón orgánico a tu sobrina para Navidad. Disfrutalo. Te quedan 27 días.
Y para ayudarte, mañana comienza Biocultura, la feria más importante de productos ecológicos y consumo responsable en España. Tendrá lugar en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo en Madrid. Sólo hasta el 7 de noviembre. No te la pierdas,
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