El otro día tuve la oportunidad de asistir a un encuentro sobre Liderazgo responsable en ESADE Madrid dentro de su Instituto de Innovación Social. En este encuentro se debatió sobre el rol de los primeros ejecutivos de las empresas para promover el cambio dentro de las organizaciones. Un cambio enmarcado en las políticas de la RSC. A lo largo de las ponencias y debates me quedé con una de las características clave que debía tener este lider: humanidad.

Obvio, pensé y seguro que cualquiera pensará igual. Pero dentro de las organizaciones y en concreto en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa se habla mucho de procesos, de normas, de indicadores, de planes director y demás aspectos organizacionales y de gestión. Pero nos olvidamos de la humanidad, o, visión humanista como lo llamaría yo.

Pues al día siguiente tuve una reunión con un directivo de una importante organización. Básicamente me trasmitió que ellos no creían en la Responsabilidad Social Corporativa como un conjunto de procesos, memorias de sostenibilidad y demás herramientas sino un ejercicio de responsabilidad individual y colectiva sustentadas en principios éticos. Los principios éticos de toda la vida y que son previo a los ENRON y compañía.

Hace poco me leí un libro sobre ética, «Diez valores éticos» de Joan Bestard, deán de la Catedral de Mallorca, de la editorial PPC. En este libro, como su propio nombre indica nos cuenta sobre, los que a su juicio, son los principios que debería regir nuestras vidas y quizás ayudarnos a llevar la cabeza alta:

1. Ser veraz
2. Ser justo
3. Ser responsable
4. Ser tolerante
5. Ser dialogante
6. Ser solidario
7. Trabajar honradamente
8. Mantener la palabra dada
9. Ser crítico y saber aceptar la crítica
10. Estar abierto a la utopia.

Y hoy leyendo «El desajuste del mundo» de Amin Maalouf,Alianza Editoria, me encuentro con esta perla que dijo Mahoma hace algún tiempo: » El mejor de los hombres es quien les es más útil a los hombres».

Parece que llevamos demasiado tiempo dando vueltas a lo mismo. Estemos abiertos a la utopía.