Hace un par de días hubo una buena noticia y, como tal, no se le ha hecho mucho caso. El lunes se presentó a los medios la Fundación Renovables. La Fundación nace «con la vocación de tener una amplia base social y tiene como objetivo fundamental sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de llevar a cabo -y acelerar- un cambio de modelo energético con el ahorro, la eficiencia y las renovables como principios básicos». Y surge en un momento en el que el panorama energético está lleno de contaminación, toma metáfora.

De un tiempo a esta parte, se nos están viniendo encima un montón de malas noticias sobre renovables. Malas noticias que, por supuesto, sí salen en los medios. Malas noticias que hablan de precios, fraudes, facturas, primas… Malas noticias que están provocando una mucho peor de la que, por supuestísimo, nadie va a hablar. Gracias a la presión, informativa y de lobby, el Gobierno y, con él, el país, está yendo pasos atrás en la apuesta por las renovables. España, que hace un par de años era ejemplo de enfoque hacia las energía limpias está siendo ahora laboratorio de una guerra que se va a dar en todo el mundo. La del contraataque de las grandes energéticas para retrasar la inevitable implantación de las renovables. Un ejemplo: en el Reino Unido ya se ven batallas que aquí llevamos meses peleando, como demuestra este artículo de The Guardian.

Confiamos en la labor de la Fundación Renovables. Conocemos bien a sus promotores -de hecho, ya lo hemos contado por aquí, la idea surgió en nuestros Diálogos en La Granja– y sabemos de su capacidad y talento. También confiamos en las renovables en sí. Nos parece el único camino y, por mucho que se dediquen a poner barricadas que lo interrumpan, lo vamos a recorrer como sociedad antes o después. Pero es clave el tiempo. Debe ser cuanto antes. Y, para ello, hay que mojarse. El ciudadano, o consumidor energético, puede elegir. Tragarse el cuento o investigar y exigir renovables. Si la sociedad apuesta por esta energía, ¿quién va a negársela? El debate es complicado porque interesa hacerlo complicado pero hay donde informarse. Nuestro amigo Jumanji habla alto y claro. Está la web Energías Renovables. O esta otra, del mismo nombre. Y hay muchos más lugares donde informarse.

Es responsabilidad de todos trascender los asuntos del precio, conocer que cada energía tiene su coste más allá de la factura y que el coste de las no renovables es mucho más alto y es el que estamos pagando con vertidos, aumento de las emisiones, alergias y cambio climático. Es responsabilidad de cada uno saber qué energía quiere consumir y de qué forma. Es responsabilidad de todos renovarnos y exigir renovables, aunque no nos lo pongan fácil.

Aquí va un vídeo reciente de Greenpeace sobre el tema.

La foto es de la Wikimedia, de aquí.