«Hoy por hoy, es indudable que la realización de los Derechos Humanos pasa por que el sector privado reconozca sus responsabilidades. En el siglo XXI, el poder no reside sólo en los políticos, en los gobiernos. El poder está también en Naciones Unidas, en el Banco Mundial, en la Organización Mundial de Comercio… y, por supuesto, en las empresas.
Yo no hablaría de responsabilidad social corporativa sino de responsabilidad social, porque al añadir ‘corporativa’ parece que pasa por las Relaciones Públicas de las empresas y eso no son los Derechos Humanos. Es cierto que hay empresas que violan los Derechos pero también es cierto que, en esta cuestión, las empresas forman parte tanto del problema como de la solución.
Para ser ética, la globalización debe reconocer las responsabilidades compartidas a la hora de abordar los retos mundiales y tener claro que nuestra humanidad común no se detiene en las fronteras nacionales. Una globalización ética debe destacar que todas las personas son iguales en dignidad y tienen derecho a ciertas prestaciones, en lugar de ver al otro como objeto de beneficencia o caridad; abarcar la importancia del género y la necesidad de prestar atención a los diferentes impactos de las políticas económicas y sociales sobre las mujeres y los hombres; afirmar que un mundo conectado por la tecnología y el comercio también debe estar conectado por valores compartidos, normas de comportamiento y sistemas de rendición de cuentas comunes».
Son palabras de Mary Robinson, ex presidenta de Irlanda, ex Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y fundadora de la organización Realizing Rights: Iniciativa para una Globalización Ética. Son respuestas a preguntas que hacen desde la revista Anoche Tuve un Sueño, cuyo segundo número ya está en el quiosco y que, otra vez, recomendamos.
La imagen es una representación de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789, sacada de Wikimedia.Contacto: Puedes escribirnos a hola@somosquiero.com y compartir en tu redes: