Acabó y no se por donde empezar.

Nos juntamos para hablar sobre en qué barrios queremos vivir y acabamos poniendo el reto encima de la mesa de hacer una prueba piloto de crear un smart barrio en Madrid, ¿alguna sugerencia?

¿Cuál es nuestro barrio? ¿En el que vivimos, trabajamos, bailamos o visitamos?

Por el camino se habló del diseño adhoc para cada realidad o lo que es lo mismo lo smart no es homogéneo.

Hablamos de Benidorm como modelo de ciudad compacta, tendencia en el urbanismo sostenible. Quizás te suene raro, pero si te dicen modelo Green Apple te sonaría sofisticadísimo. Menor espacio, menor desplazamiento, menor gasto energético.

Pusimos en valor al ciudadano y la necesidad de participar. Más calle y más redes sociales. El espacio público, el espacio colectivo y el espacio virtual como forma de hacer ciudad y reencontrarnos con el término serendipia. Que palabra más bonita.

No entramos en el coste y el precio de las cosas ni el curioso dato de una investigación donde se refleja que el ciudadano no valora, da por hecho, la limpieza de las calles o el acceso al agua en sus hogares.

Del coche se habló poco, salvo para decir que era un intruso, algunos, y un mal necesario, otros. Entre cigarros en la calle, la culpa era de la ley del suelo. Entre plato y plato no hay bibliografía interesante a destacar después de los años 70. Diagnosis dinámica como paradigma de nuevas cartografías realizadas con datos de nuestros consumos. ¿Intromisión o colaboración?

¿En qué barrio quiero vivir? Quizás al que siempre quiero volver. ¿Qué es una ciudad? El día 10 en el Centro de Innovación del BBVA, tendrás un punto de vista.

Paz, Ana, Sandra, Carmen, Miriam, Eva, Elena, Elisa, Michel, Javier, Javier, Jon, Juan Manuel, José Miguel, Carlos, Juan Pablo, Francesc, Ángel, Gildo, Víctor, Joan. Gracias por dar vida a Diálogos en La Granja.